El Campo Santo de Yungay, llamado también antiguo Yungay, era una de las ciudades más bellas del Callejón de Huaylas, una ciudad que luego del terremoto y el alud ocurrido el 31 de mayo de 1970, quedó sepultada y en escombros, emplazándola en una planicie llena de rocas, En la actualidad, la ciudad sepultada, recobra vida gracias a los trabajos comunitarios y al apoyo de instituciones que la han acondicionado para su Uso Turístico, convirtiéndola en un jardín de rosas multicolores y retamas. El pórtico fue levantado en conmemoración a las personas que desaparecieron y quedaron sepultadas por el alud; en la planicie se observan numerosas cruces o recuerdos de familias donde estuvieran construidas sus viviendas. En el lugar donde estuvo la plazoleta aún se pueden observar las cuatro palmeras que caracterizaban el ornato del Antiguo Yungay. Frente a este, aún se puede observar el fragmento, incrustado en el suelo, del arco de la iglesia; 50 metros hacia el lado este de estas palmeras se localiza un mirador construido replicando el frontis de la iglesia principal. Saliendo del Campo Santo se muestran los restos de un bus, el cual fue alcanzado, junto a sus ocupantes, por el alud. Sobre una colina, hacia el lado oeste, esta el cementerio de Yungay, en el cual se distribuyen los nichos en terrazas escalonadas, y en la parte más alta de esta, sobre una esfera, una gran escultura de Cristo en pie aparece con los brazos extendidos, en conmovedor gesto de piedad, hacia el Nevado Huascarán. A esta colina corrieron muchas personas para salvarse del aluvión. Desde este punto se puede obtener una magnífica vista panorámica de la Cordillera Blanca, y de la Campiña de Yungay. Calificada por la Superintendencia de Bienes Nacionales como Zona Intangible. Tanto los jardineros que laboran ahí, así como los miembros de la policía y del ejercito que custodian la zona, han manifestado que al promediar las 10 de la noche se escuchan bajo la tierra los sonidos peculiares de una población activa: voces, risas, conversaciones, lamentos y hasta el cotidiano ruido de vajillas y utensilios domésticos, que son claramente identificables, en un fenómeno que dura más de ¾ de hora y que termina con un sollozo colectivo. Parasicólogos y sacerdotes altamente especializados han verificado este tipo de acciones y han certificado la exactitud de los datos. Y esto no es una leyenda cualquiera todo turista de nervios bien templados puede apreciar y tener la escalofriante experiencia de oír a los fantasmas de Yungay.
1 Huaraz - Campo Santo Terrestre Combi Carretera asfaltada 57km/1hr
1 Huaraz - Campo Santo Terrestre Bus Turístico Carretera asfaltada 57km/1hr
2 Yungay - Campo Santo Terrestre Automóvil Particular Carretera asfaltada 1km/3min
2 Yungay - Campo Santo Terrestre A pie Carretera asfaltada 1km/15min
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